Jorge Solmi, diputado bonaerense por "Unión Celeste y Blanco" y además director FAA consiguió que la Legislatura provincial declare su beneplácito y reconocimiento por el Centenario de la Federación Agraria Argentina. El número de expediente para el proyecto del legislador y dirigente federado es 1888/12-13 y fue aprobado el pasado 9 de agosto. Lo que sigue es la fundamentación de la iniciativa:
El 15 de agosto de
1912 en la sala de la
Sociedad Italiana "Giuseppe Garibaldi" de la ciudad
de Rosario, se realizó la asamblea constitutiva de la naciente entidad gremial agraria, donde se pusieron a
consideración de los delegados de mas de 115 pueblos, los estatutos que
trazarían sus principios.
Los reclamos de los colonos y aparceros, la mayoría
inmigrantes, había despertado unos meses antes desencadenando la primera huelga agraria declarada el 25 de
Junio en la Localidad
de Alcorta, Santa Fé. Rápidamente, la huelga se extendió por múltiples colonias
agrícolas de esa provincia, Córdoba y
Buenos Aires, donde sus agricultores habían despertado a la lucha por su
dignidad, por la defensa del fruto de su trabajo y por sus derechos civiles.
A medida que surgían los acuerdos de revisión de los
contratos entre patrones y locatarios, los agricultores, sus protagonistas,
iban adquiriendo conciencia de los logros que alcanzaban con su entusiasmo,
organización y sobre todo con su acción conjunta y solidaria en la lucha, razones fundamentales
para la institucionalización del movimiento agrario organizado en la Federación Agraria
Argentina.
Una vez constituida, su Comité Central, le remitió nota a
los gobiernos de Francia, España e Italia, desde donde habían llegado la mayor
afluencia de inmigrantes en cuyos
parágrafos decía: "Reunidos en magna asamblea los labradores argentinos,
discutidos y aprobados sus estatutos y consagrada la suntuosidad y
trascendencia del acto con la presencia de delegados y representantes de más de
cien mil hombres trabajadores y con idénticas aspiraciones, surgió la Federación , no ya como
institución en potencia, sino en acto, poniéndose a su frente un comité de
labradores".
A través de los conceptos volcados en las primeras notas de
comunicación de su existencia, la
FAA sembró su posición
e ideología, surgiendo con objetivos claros, concretos y definidos, con
perspectivas futuras, mediatas e inmediatas como la creación de entidades de
orden económico-social, cultural, de técnicas agrícolas, basadas en el
cooperativismo, y mutualismo, y todas aquellas que tiendan al mejoramiento de
la vida de los agricultores y su familia.
Resulta importante mencionar, por su rol precursor para la época,
que en las circulares preparatorias de los estatutos se destaca el rol de la mujer, señalándose explícitamente que “Hemos declarado admisible
como socio a la mujer, tanto porque hay muchísimas que son tan labradores como
sus maridos y sus hijos, cuanto porque hay muchísimas viudas que son jefas de
familia y las que dirigen la explotación”.
El significativo hecho que se celebre el centenario de la
histórica gesta es, sin duda y en un primer paso, producto de la
institucionalización del reclamo de los derechos de los agricultores y, luego,
del rol de compromiso con lo público, lo democrático y lo institucional que
asumiera la entidad gremial durante toda su existencia, expresándose
permanentemente a favor de la dignidad de los que trabajan, los que producen,
los que necesitan y los que se comprometen con la Patria. Asimismo
el compromiso con la democracia se manifiesta en que las grandes leyes de la Nación en materia agraria, ejes para el
afianzamiento del agricultor, son
conquistas de la lucha gremial y, las políticas producto de ellas, han
permitido el acceso a la propiedad de la tierra a la mayoría de los
arrendatarios.
Hoy, sobresale por haber atravesado transversalmente un
siglo de reclamos de los chacareros agremiados
en Federación Agraria, la intensa demanda de los pequeños y medianos
productores para frenar la
concentración. En 1912, la concentración de la tierra en manos de grandes y
pocos terratenientes, y su consecuente acumulación de poder económico y
político fue el sustento material de la
imposición de contratos leoninos que socavaron los derechos de los colonos
arrendatarios. Cien años después, se ha generado un nuevo proceso concentrador
de la producción, cuyos actores y/o fondos financieros son externos al proceso
de producción agropecuario organizándose en fondos de inversión o “pooles de
siembra” que arriendan grandes extensiones de tierra, desplazando a los
pequeños chacareros locales del circuito productivo rural, por su escala de
costos, que les permiten ofrecer mayores precios por los arriendos. De esta
manera, el trabajo de la tierra, cada vez mas sujeto a pautas economicistas que responden a
proyectos socio- económicos ajenos, relega el factor humano del sujeto labrador
que la cultiva, el arraigo y el desarrollo de los pueblos del interior
a un plano secundario.
Recibir con beneplácito tan significativo aniversario de
esta Entidad que ha incidido con sus propuestas en la mitad de la historia de
nuestra Nación, es la finalidad de la actual declaración y, por todo lo
expuesto, es que solicito a los Srs. Legisladores me acompañen en la aprobación
de esta proyecto.